Te proponemos una ruta sencilla, y apta para toda la familia, que nos lleva a un rincón natural mágico de Nafarroa. Una roca suspendida sobre el vacío, convertida en mirador, desde la que disfrutarás de impresionantes vistas. Aquí tienes toda la información sobre el Mirador de Zamariain y cómo llegar a él.
Nikozelea, el Mirador de Zamariain, es uno de los parajes naturales más visitados de Navarra y el gran reclamo turístico del Valle de Aezkoa, integrado por más de 12.000 hectáreas de bosque y ubicado al abrigo de los Pirineos. A este mirador de vértigo se le conoce también como la "Roca del Rey León".
La forma más habitual de llegar al increíble Mirador de Zamariain es realizando una pequeña ruta circular que cada año atrae a más visitantes.
Un pequeño consejo: aunque siempre es buen momento para descubrir las impresionantes vistas, el paisaje y sus colores se encuentran en su máximo esplendor en primavera y, especialmente, en otoño.
Una vez elegida fecha, enfúndate ropa y calzado cómodo y prepárate para dejarte sorprender por uno de esos lugares mágicos que nos regala la naturaleza.
Cómo llegar al Mirador de Zamariain
Lo primero que debes saber es cómo llegar al Mirador de Zamariain.
La manera más habitual (y recomendada) es mediante una ruta de dificultad baja que recorre un total de 6,9 kilómetros (ida y vuelta). Es perfecta para ir en familia ya que se trata de un recorrido sencillo y circular que se puede recorrer sin problemas en aproximadamente 2 horas.
La ruta al Mirador de Zamariain parte de la plaza del pueblo de la pequeña localidad de Garaioa, en el Valle de Aezkoa, al que se llega a través de la carretera comarcal NA-140. Aunque no hay un parking como tal, es fácil encontrar un sitio para dejar el coche en alguna de las calles del pueblo.
Ruta al Mirador de Zamariain
La ruta al Mirador de Zamariain está perfectamente señalizada, mediante marcas blancas y verdes, desde su punto de inicio y durante todo el trayecto.
Los dos primeros kilómetros (subida) transcurren por zonas con espinos, brezo, enebros y boj. Al llegar a un tramo con helechos y avellanos, la cuesta se suaviza. De todos modos, en ningún tramo del camino nos encontraremos con grandes pendientes: la altitud mínima es de 770 y la máxima, 1070.
Durante el camino, disfrutaremos de un sendero natural entre pastos y bosques, con alguna sorpresa con aura de leyenda como un tronco con forma de ciervo a mitad de camino y algún paso canadiense que nos indica que por allí circula también ganado, como las cabras.
El camino de vuelta transcurre por un sendero diferente (siguiendo las indicaciones, vemos que el camino se divide en dos al llegar a un punto intermedio; subimos por la pista roja y descendemos por la azul) pero igualmente espléndido para disfrutar de la naturaleza.
Aunque toda la zona goza de gran belleza, el gran atractivo de la ruta es, sin lugar a dudas, el Mirador de Zamariain.
Cómo es el mirador de Zamariain
El de Zamariain es un mirador natural. Se trata de una gran roca que sobresale de la superficie del acantilado.
Es todo un reto para aquellos que sufren de vértigo, ya que, además, no tiene protección ni valla alguna, así que precaución. Que nada estropee la panorámica y el paisaje único del Valle de Aezkoa que tienes bajo tus pies.
Desde esta excepcional atalaya natural puedes contemplar el río Irati, montañas como el Corona, el Larrogain, el robledal de Betelu, la Higa de Monreal, Peña Izaga y buena parte del hayedo de la Selva de Irati, situada en el Pirineo oriental de Nafarroa. Pero lo mejor para saber más sobre las 17.000 hectáreas de naturaleza salvaje de la Selva de Irati, lo mejor es echar un vistazo a este otro post de nuestro blog en el que recopilamos los mejores bosques de Euskadi.
Porque son muchos los lugares mágicos que esconde Navarra. Y uno de ellos es el enclave de vértigo al que dedicamos este post, el Mirador de Zamariain.