Hubo quien hasta rapeó. Incluso quien bailó. Lo que se trataba era de pasarlo bien mientras se aprendía. Y como decía Txema Villate, director general de Innobasque, “uno no sabe si estamos aprendiendo divirtiéndonos o divirtiéndonos aprendiendo”. Cerca de 1.500 personas visitaron el sábado en nuestra sede con motivo de la octava edición del torneo internacional de ciencia y robótica FIRST Lego League Euskadi (FLL Euskadi). Casi 500 alumnos de entre 9 y 16 años participaron en esta competición organizada por Innobasque que cada año cuenta con el apoyo de Euskaltel Konekta.
Dos equipos de Begoñazpi ikastola (Bilbao) y uno de Axular Lizeoa (Donostia) quedaron en primer, segundo y tercer lugar. Los ganadores participarán el 18 de marzo en Logroño en la final nacional de FLL. Estamos seguros de que después podrán acceder al Open European Championship y al World Festival de Estados Unidos.
El reto global al que se enfrentaban los participantes de esta edición era el siguiente: presentar un proyecto científico que mejorase la relación entre animales y personas. Para ayudarles a preparar sus proyectos, los alumnos recibieron un ciclo de formación previo. Una de las actividades programadas, con la colaboración de Euskaltel Konekta, fue la visita a Urdaibai Bird Center, donde pudieron conocer cómo se realiza el seguimiento y la monitorización de la fauna en Urdaibai Bird Center.
La First Lego League pretende despertar vocaciones científicas y tecnológicas entre los más jóvenes, porque, tal y como señalaba la directora de la Fundación Euskaltel Konekta y de Relaciones Institucionales de Euskaltel, Nerea Lupardo, “los chicos y chicas de Euskadi tienen que conocer y adquirir la formación y competencias que están solicitando las empresas”. Además de que los alumnos se lo pasen bien, el objetivo de la competición es que aprendan a trabajar en equipo, desarrollen su espíritu emprendedor, resuelvan problemas y mejoren su pensamiento crítico.
Los niños y las nuevas tecnologías
La FLL Euskadi contó con un extenso programa de actividades, entre ellas una charla sobre Desarrollo emocional basado en valores y adaptación al entorno, organizada por Euskaltel, en la que los padres y madres presentes pudieron escuchar los consejos de la psicóloga Edurne Donlo sobre el uso de las nuevas tecnologías entre los más txikis.
Edurne ha colaborado en el proyecto Mi primer Contrato de Euskaltel, en el que tratamos de ayudar a los padres ante una realidad: los niños estrenan móviles a una edad cada vez más temprana. Se trata, no de prohibir, sino de promover unos valores positivos para que los niños usen el Smartphone de manera apropiada desde el principio.
Su cláusula favorita es la última: “Aprenderé muy rápido a vivir con él, pero no olvidaré cómo vivir sin él” porque cree que los niños y niñas deben “aprender a relacionarse” con la tecnología. Prohibirles el acceso a ella sería contraproducente, se trata de “desarrollar una educación del buen uso”.
¿Cómo se consigue? Edurne nos da una serie de pautas: establecer límites claros y precisos, pero a su vez concederles espacios de confianza, aprender para enseñarles -incluso si es necesario abrirnos nosotros mismos una cuenta en una red social para saber cómo funciona- y, sobre todo, acompañarles en el camino y dar ejemplo. “Más que una amenaza, tenemos que ver a las nuevas tecnologías como complementos para el aprendizaje”, indica. Además, aboga por enseñar a los txikis a que se responsabilicen del teléfono: “Los niños deben responsabilizarse del smartphone y saber que aunque lo usen para jugar no es un juguete. Como padres, tiene que haber un control, pero también hay que confiar. No hay que creer desde un primer momento que lo van a hacer mal. Ellos deben sentir confianza”.
Si todavía no conoces El primer contrato de Euskaltel te recomendamos que le eches un vistazo. Tiene doce cláusulas que te ayudaran a reflexionar sobre el uso del Smartphone entre padres e hijos. Es una pequeña ayuda, porque sabemos que lo difícil no es comprar el móvil, sino enseñarles unos valores para que aprendan a usarlo.