El escenario perfecto para presenciar la última prueba del Red Bull Cliff Diving de 2015, que eligió un año más a Bilbao como su última parada. El evento, patrocinado por Euskaltel, gozó por segundo año consecutivo de una excelente acogida entre el público. Más de 60.000 personas se agolparon el pasado sábado en los márgenes de la ría, e incluso en sus aguas con cualquier tipo de ‘embarcación’, para presenciar los espectaculares saltos.
Mientras los saltadores ejecutaban maniobras aéreas de quitar el hipo, los aficionados disfrutaban de un ambiente festivo acompañado de buen tiempo. Música, comida y sol se unieron para que la jornada fuese redonda.
La ‘txapela’ de vencedor se la llevó contra todo pronóstico el estadounidense Steven Lobue, por delante del veterano Orlando Duque y Blake Aldridge. La sorpresa la dio Gary Hunt, recientemente campeón de las series mundiales, al no clasificarse para la final.
En cualquier caso, parece que el ‘botxo’ se consolida como sede de las series mundiales de esta espectacular competición. El público lo disfruta de lo lindo, y el marco es incomparable.